Rescatan en Buenos Aires a niña boliviana que cayó a pozo
Rescate: el gobernador Daniel Scioli, bomberos y la madre de la niña junto al pozo La algarabía se apoderó ayer por la noche de una casa quinta ubicada en el municipio Florencio Varela, en la provincia argentina de Buenos Aires, luego de que efectivos policiales y de bomberos rescataran a una niña boliviana de tres años, Vanessa Mamani, quien cayó a un pozo de 22 metros de profundidad.
Según el diario Clarín, el hecho movilizó al intendente (alcalde) del distrito, Julio Pereyra, quien incluso pidió ayuda al gobernador de la provincia, Daniel Scioli. Éste llegó al lugar en compañía del jefe de la Policía bonaerense, Juan Carlos Paggi; ambos coordinaron las labores del cuerpo de bomberos que rescató ilesa a la pequeña que causó primero conmoción y luego alegría desbordante en Argentina.
Al llegar, los rescatistas ubicaron a la madre de la menor en la boca del pozo, desde donde le pedía que se coloque un arnés para que pueda ser sacada de ese lugar. Sin embargo, los esfuerzos de la progenitora y los expertos en salvamento no tuvieron éxito hasta la noche porque la pequeña no comprendía las instrucciones que se le dio para que se colocara el aparato, que tiene forma de bombacha.
Las investigaciones preliminares dan cuenta de que ese pozo fue cavado para instalar un sistema de riego en el predio de aproximadamente 10 hectáreas de extensión, pero las obras fueron abandonadas.
Según La Nación, el terreno está ubicado en el barrio Los Pilares, de la localidad de La Capilla, en Florencio Varela, al sur de la Capital Federal argentina.
El martes, antes de caer la noche, los rescatistas todavía escuchaban los gritos de auxilio de la pequeña. Fuentes del equipo de apoyo informaron a Clarín que “sabemos que la niña está con vida y lo importante es que el pozo no tiene agua. La víctima debe estar a unos 35 metros y cayó por una abertura de más o menos 30 centímetros de diámetro”.
Sin embargo, el portal Terra América informó que a través de un sistema de monitoreo se pudo establecer que la excavación tiene 22 metros de profundidad, pero es muy angosta, tiene cerca de 30 centímetros de ancho, por lo que ninguno de los uniformados pudo bajar.
El operativo fue permanentemente monitoreado con una cámara de video con fibra óptica, mediante la cual los bomberos pudieron ver a la nena moviéndose y llorando mientras escuchaba las palabras de aliento de su madre desde la boca del pozo. Desde la superficie, los bomberos inyectaron oxígeno al hoyo y una linterna. Hasta que Vanessa fue salvada.
Para destacar
El pozo no corría peligro de desmoronamiento porque estaba debidamente “encamisado”, informaron los bomberos.
El encamisado de un hoyo consiste en rodear sus paredes con algún material para prevenir los derrumbes.
La nena se encontraba en una casa quinta en Florencio Varela, municipio ubicado al sur del Gran Buenos Aires.
La Policía bonaerense ejecutó hasta la medianoche el plan para rescatar a la niña Vanessa, de origen boliviano.
Según el diario Clarín, el hecho movilizó al intendente (alcalde) del distrito, Julio Pereyra, quien incluso pidió ayuda al gobernador de la provincia, Daniel Scioli. Éste llegó al lugar en compañía del jefe de la Policía bonaerense, Juan Carlos Paggi; ambos coordinaron las labores del cuerpo de bomberos que rescató ilesa a la pequeña que causó primero conmoción y luego alegría desbordante en Argentina.
Al llegar, los rescatistas ubicaron a la madre de la menor en la boca del pozo, desde donde le pedía que se coloque un arnés para que pueda ser sacada de ese lugar. Sin embargo, los esfuerzos de la progenitora y los expertos en salvamento no tuvieron éxito hasta la noche porque la pequeña no comprendía las instrucciones que se le dio para que se colocara el aparato, que tiene forma de bombacha.
Las investigaciones preliminares dan cuenta de que ese pozo fue cavado para instalar un sistema de riego en el predio de aproximadamente 10 hectáreas de extensión, pero las obras fueron abandonadas.
Según La Nación, el terreno está ubicado en el barrio Los Pilares, de la localidad de La Capilla, en Florencio Varela, al sur de la Capital Federal argentina.
El martes, antes de caer la noche, los rescatistas todavía escuchaban los gritos de auxilio de la pequeña. Fuentes del equipo de apoyo informaron a Clarín que “sabemos que la niña está con vida y lo importante es que el pozo no tiene agua. La víctima debe estar a unos 35 metros y cayó por una abertura de más o menos 30 centímetros de diámetro”.
Sin embargo, el portal Terra América informó que a través de un sistema de monitoreo se pudo establecer que la excavación tiene 22 metros de profundidad, pero es muy angosta, tiene cerca de 30 centímetros de ancho, por lo que ninguno de los uniformados pudo bajar.
El operativo fue permanentemente monitoreado con una cámara de video con fibra óptica, mediante la cual los bomberos pudieron ver a la nena moviéndose y llorando mientras escuchaba las palabras de aliento de su madre desde la boca del pozo. Desde la superficie, los bomberos inyectaron oxígeno al hoyo y una linterna. Hasta que Vanessa fue salvada.
Para destacar
El pozo no corría peligro de desmoronamiento porque estaba debidamente “encamisado”, informaron los bomberos.
El encamisado de un hoyo consiste en rodear sus paredes con algún material para prevenir los derrumbes.
La nena se encontraba en una casa quinta en Florencio Varela, municipio ubicado al sur del Gran Buenos Aires.
La Policía bonaerense ejecutó hasta la medianoche el plan para rescatar a la niña Vanessa, de origen boliviano.
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