El "Clan Terán" vuelve tras las rejas
Con el rostro vencido y abrumado, volvieron ayer a la cárcel de San Pedro (Sacaba) Elba Terán González y su esposo Tomás Veizaga, parte del denominado "Clan Terán" y parientes de la ex constituyente y reconocida dirigente cocalera del MAS, Margarita Terán. Aunque el 20 de mayo pasado el Tribunal de Sentencia de Sacaba les dio libertad, la Sala Penal Primera de la Corte de Justicia declaró ayer procedente la apelación de la Fiscalía y ordenó nuevamente su detención.
Con la nueva orden la totalidad del "clan" vuelve a estar detenido, acusado de tráfico de 145 kilogramos de cocaína. Tras el fallo del 20 de mayo, Tomás Veizaga tramitó su libertad pagando una fianza de 70 mil bolivianos. Dejó el penal de Sacaba pero ayer volvió. Su pareja, también favorecida con el fallo, podía salir pero seguía recluida hasta el pago de la fianza. En tanto, la hermana, Juana Terán, permanece detenida porque el juez Florentino Camacho le negó medidas sustitutivas por presentar en su audiencia un testigo falso.
Los esposos pretendían salir dando como nuevo domicilio una pequeña casa con dos cuartos en Shinahota, habitada ya por un procesado por narcotráfico, Bernardino Paco, y su primo, además de presentar un dudoso contrato de anticrético avalado por el notario Orlando Revollo, de Sacaba.
A diferencia del Tribunal de Sentencia de Sacaba, la Sala Penal Primera de la Corte cuestionó el contrato porque fue firmado "hipotéticamente" en la oficina del notario por los dos detenidos en febrero, cuando los esposos estaban en la cárcel, según una certificación del director del penal, Guido Zeballos.
La Sala Penal considera que las dos versiones denotan contradicciones y dejan ver que el documento "es por lo menos irregular".
Los procesados, detenidos desde el 23 de septiembre intentaron salir libres en cinco oportunidades logrando que en dos ocasiones los jueces de Villa Tunari y Sacaba atiendan su demanda.
Con la nueva orden la totalidad del "clan" vuelve a estar detenido, acusado de tráfico de 145 kilogramos de cocaína. Tras el fallo del 20 de mayo, Tomás Veizaga tramitó su libertad pagando una fianza de 70 mil bolivianos. Dejó el penal de Sacaba pero ayer volvió. Su pareja, también favorecida con el fallo, podía salir pero seguía recluida hasta el pago de la fianza. En tanto, la hermana, Juana Terán, permanece detenida porque el juez Florentino Camacho le negó medidas sustitutivas por presentar en su audiencia un testigo falso.
Los esposos pretendían salir dando como nuevo domicilio una pequeña casa con dos cuartos en Shinahota, habitada ya por un procesado por narcotráfico, Bernardino Paco, y su primo, además de presentar un dudoso contrato de anticrético avalado por el notario Orlando Revollo, de Sacaba.
A diferencia del Tribunal de Sentencia de Sacaba, la Sala Penal Primera de la Corte cuestionó el contrato porque fue firmado "hipotéticamente" en la oficina del notario por los dos detenidos en febrero, cuando los esposos estaban en la cárcel, según una certificación del director del penal, Guido Zeballos.
La Sala Penal considera que las dos versiones denotan contradicciones y dejan ver que el documento "es por lo menos irregular".
Los procesados, detenidos desde el 23 de septiembre intentaron salir libres en cinco oportunidades logrando que en dos ocasiones los jueces de Villa Tunari y Sacaba atiendan su demanda.
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