Desentierran el cuerpo de un hombre asesinado
Hallazgo. Instante en que los acusados del crimen sacan el cuerpo de Sánchez La Policía y la Fiscalía de La Guardia procedieron a desenterrar ayer el cuerpo de Luis Erwin Sánchez Pessoa (26), que se encontraba sepultado en una poza clandestina luego de que fuera victimado de un balazo de escopeta, al parecer, por un lío con dos sujetos, según fuentes oficiales.
El hallazgo del cuerpo se hizo en una propiedad ubicada a 12 kilómetros al este de la localidad de Basilio. Los sospechosos del crimen son Silverio L.A. (16) y Mauricio V.G. (16).
El fiscal Álex Céspedes señaló que el hecho sucedió el 3 de mayo, cuando el ahora fallecido salió de su vivienda acompañado de Silverio L.A., con el que fue a cazar. Desde ese día su familia no lo volvió a ver, pero Silverio retornó y le dijo a la esposa que su marido se había ido con otra mujer.
Todos estaban convencidos de que Sánchez había abandonado su hogar hasta que el suegro del desaparecido notó que Silverio tenía puestas las chinelas de su yerno, por lo que denunció el caso a la Policía, que capturó al sujeto, el cual inicialmente confesó que lo había matado. Luego, rectificó su versión e involucró a Mauricio V.G., del que dijo que fue el autor del crimen y que él sólo ayudó a enterrarlo. “Ambos se pelearon por la esposa de Luis, que le peló un machetazo a Mauricio, pero éste me quitó la escopeta y le disparó en la cabeza a Luis”, declaró Silverio.
Mauricio fue capturado ayer en una finca aledaña a la de la víctima. Negó ser el asesino y dijo no saber por qué Silverio lo implicó. Sánchez dejó a su mujer Wilma Alarcón con sus tres hijos pequeños, de dos, cuatro y seis años.
El hallazgo del cuerpo se hizo en una propiedad ubicada a 12 kilómetros al este de la localidad de Basilio. Los sospechosos del crimen son Silverio L.A. (16) y Mauricio V.G. (16).
El fiscal Álex Céspedes señaló que el hecho sucedió el 3 de mayo, cuando el ahora fallecido salió de su vivienda acompañado de Silverio L.A., con el que fue a cazar. Desde ese día su familia no lo volvió a ver, pero Silverio retornó y le dijo a la esposa que su marido se había ido con otra mujer.
Todos estaban convencidos de que Sánchez había abandonado su hogar hasta que el suegro del desaparecido notó que Silverio tenía puestas las chinelas de su yerno, por lo que denunció el caso a la Policía, que capturó al sujeto, el cual inicialmente confesó que lo había matado. Luego, rectificó su versión e involucró a Mauricio V.G., del que dijo que fue el autor del crimen y que él sólo ayudó a enterrarlo. “Ambos se pelearon por la esposa de Luis, que le peló un machetazo a Mauricio, pero éste me quitó la escopeta y le disparó en la cabeza a Luis”, declaró Silverio.
Mauricio fue capturado ayer en una finca aledaña a la de la víctima. Negó ser el asesino y dijo no saber por qué Silverio lo implicó. Sánchez dejó a su mujer Wilma Alarcón con sus tres hijos pequeños, de dos, cuatro y seis años.
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