Matan a balazos a un mecánico frente a su hijo, de seis años
El dueño del taller mecánico Volvo, situado en la radial 17 y medio, fue asesinado a balazos frente a su único hijo, de seis años.
El nuevo hecho de violencia se registró ayer en la madrugada cuando Julio Guzmán Catalá (37), natural de Cochabamba, se encontraba acostado en su cama mientras que su hijo jugaba en la computadora.
Tres sujetos llegaron al lugar en un motorizado y entraron saltando los altos muros del negocio. Una vez en el interior del taller, dos entraron hasta la habitación de Guzmán y lo sacaron a la fuerza hasta el patio, mientras que otro de los individuos sujetó al niño y le tapó la boca. Según la Policía, Julio Guzmán trató de defenderse con una silla, pero recibió cuatro disparos de arma de fuego y también sufrió heridas con cuchillo.
Los vecinos escucharon la detonación de los disparos y alertaron a la Policía. Sin embargo, tras matar a Guzmán, los individuos escaparon en un vehículo.
El cuerpo de Guzmán fue trasladado a la morgue del hospital San Juan de Dios para la autopsia de ley. El forense Celso Cuéllar, después de realizar el estudio, certificó que el deceso se debió a un trauma craneocervical. La víctima presentaba cuatro heridas de arma de fuego en la región cervical, en el hombro y en el brazo derecho. También se observó heridas cortantes con arma blanca.
La fiscal Leticia Campos y agentes de Homicidios de la Felcc de la radial 17 y medio realizaron ayer una inspección en el taller. Encontraron Bs 3.000, computadoras de uso personal y la de su hijo, ventiladores y otros bienes, todo estaba en orden, los asesinos no se llevaron nada. Dentro del taller incluso había dos vehículos de industria japonesa, de propiedad de Guzmán.
Para Campos, todo hace presumir que el crimen tiene su origen en una venganza. Julio Guzmán tenía una ex esposa y una novia. Según la Policía, recientemente había comprado un vehículo para regalarlo a su enamorada.
Tres asesinatos por ajustes, sin esclarecer
En menos de un mes tres personas fueron victimadas en supuestos ajustes de cuentas, según la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen.
El 17 de noviembre pasado fue asesinado con un balazo en la nuca Yovanny Rojas Vargas (37). Nadie vio nada y la Policía no logró detener a ninguna persona.
El 18 de noviembre otro hecho violento se produjo por la avenida 2 de Agosto cuando un brasileño murió carbonizado en su vehículo. Para la Policía, este hecho fue provocado por matones a sueldo. El brasileño tenía antecedentes por narcotráfico en su país, mientras que Yovanny Rojas también tenía antecedentes por delitos penales.
El jefe de la Felcc, José Piérola, aseguró que en esta clase de hechos ni las familias de las víctimas se preocupan por dar datos para investigar.
El nuevo hecho de violencia se registró ayer en la madrugada cuando Julio Guzmán Catalá (37), natural de Cochabamba, se encontraba acostado en su cama mientras que su hijo jugaba en la computadora.
Tres sujetos llegaron al lugar en un motorizado y entraron saltando los altos muros del negocio. Una vez en el interior del taller, dos entraron hasta la habitación de Guzmán y lo sacaron a la fuerza hasta el patio, mientras que otro de los individuos sujetó al niño y le tapó la boca. Según la Policía, Julio Guzmán trató de defenderse con una silla, pero recibió cuatro disparos de arma de fuego y también sufrió heridas con cuchillo.
Los vecinos escucharon la detonación de los disparos y alertaron a la Policía. Sin embargo, tras matar a Guzmán, los individuos escaparon en un vehículo.
El cuerpo de Guzmán fue trasladado a la morgue del hospital San Juan de Dios para la autopsia de ley. El forense Celso Cuéllar, después de realizar el estudio, certificó que el deceso se debió a un trauma craneocervical. La víctima presentaba cuatro heridas de arma de fuego en la región cervical, en el hombro y en el brazo derecho. También se observó heridas cortantes con arma blanca.
La fiscal Leticia Campos y agentes de Homicidios de la Felcc de la radial 17 y medio realizaron ayer una inspección en el taller. Encontraron Bs 3.000, computadoras de uso personal y la de su hijo, ventiladores y otros bienes, todo estaba en orden, los asesinos no se llevaron nada. Dentro del taller incluso había dos vehículos de industria japonesa, de propiedad de Guzmán.
Para Campos, todo hace presumir que el crimen tiene su origen en una venganza. Julio Guzmán tenía una ex esposa y una novia. Según la Policía, recientemente había comprado un vehículo para regalarlo a su enamorada.
Tres asesinatos por ajustes, sin esclarecer
En menos de un mes tres personas fueron victimadas en supuestos ajustes de cuentas, según la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen.
El 17 de noviembre pasado fue asesinado con un balazo en la nuca Yovanny Rojas Vargas (37). Nadie vio nada y la Policía no logró detener a ninguna persona.
El 18 de noviembre otro hecho violento se produjo por la avenida 2 de Agosto cuando un brasileño murió carbonizado en su vehículo. Para la Policía, este hecho fue provocado por matones a sueldo. El brasileño tenía antecedentes por narcotráfico en su país, mientras que Yovanny Rojas también tenía antecedentes por delitos penales.
El jefe de la Felcc, José Piérola, aseguró que en esta clase de hechos ni las familias de las víctimas se preocupan por dar datos para investigar.
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