Cochabamba: Otros tres niños están graves por ingerir pilas
En septiembre un bebé de 8 meses y un niño de dos años fueron internados en terapia intensiva del hospital Manuel Ascencio Villarroel con graves daños en sus organismos, tras haber ingerido pilas de un juguete y de un reloj. Ayer, médicos del mismo hospital confirmaron que otros tres niños de entre seis meses y dos años fueron víctimas del desconocimiento y el descuido de sus padres.
Los galenos explicaron que muchas veces los padres les dan a los bebés sus relojes para distraerlos, y si la tapa no está bien sellada, las criaturas acceden a las pilas tipo botón y las meten a la boca.
En el caso de niños de uno y dos años, les regalaron juguetes móviles a pilas y también las ingirieron mientras los manipulaban.
EL DAÑO
Al llegar las pilas al sistema digestivo de estos niños, el daño puede ser irreversible y derivar en muerte. Al margen de los impulsos eléctricos, el esófago, estómago e intestinos pueden resultar perforados por los ácidos de las pilas.
Además, aunque estos niños y niñas salgan del peligro inicial, “enfrentan los riesgos de complicaciones como la formación de fístulas que se canalizan hacia el pulmón o hacia el mediastino que dificultan su restablecimiento”, advirtió Marisol Guevara, una pediatra consultada.
Después de superar el peligro de muerte, estos pacientes deben ser sometidos a por lo menos tres exámenes de control muy caros como el esófagograma y la fibrobroncoscopía. Cada uno cuesta unos 2 mil bolivianos y son imprescindibles para descartar daños posteriores.
Guevara recomendó evitar dar juguetes y relojes a pilas a niños pequeños.
