Mataron a quinceañera dos días después de secuestrarla

Andra Stayssi Apacani Fernández, la quinceañera secuestrada el pasado 16 de septiembre, fue asesinada dos días de ser privada de su libertad según informó la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) en un viernes plagado de tensión y furia popular.

El director de la Felcc, Guillermo Cejas, informó en conferencia de prensa que una madre de familia, Teresa Edid Valenzuela Guzmán, es la supuesta autora intelectual y material del secuestro, extorsión y asesinato de la menor por cuanto habría conformado una eventual banda criminal con el presunto propósito de obtener un beneficio económico con la retención de la muchacha.

La supuesta banda fue integrada por su propio hijo, Ernesto, de 16 años, y otras supuestas amistades de la víctima, Leandro (16), Anthony (15) y Belén (15).

Con la ayuda de los menores, Teresa logró llevar a Andra hasta su domicilio para tenerla en cautiverio y exigir a sus padres el pago de 250.000 dólares como rescate. Sin embargo, pese a que el móvil del secuestro era económico, la muchacha fue asesinada apenas dos días después de su secuestro; es decir, el 18 de septiembre.

Según se puede leer en la imputación de los fiscales, Andra no sabía que Teresa era la madre de Ernesto y, cuando habló con ella, le dijo que, en represalia por su secuestro, iba hundir al muchacho. Debido a ello, la mujer habría resuelto deshacerse de ella.

Crimen…

Tanto la imputación como el informe presentado por el director de la Felcc señalan que Teresa decidió matar a Andra haciéndole ingerir raticida pero, como el tóxico no hizo efecto inmediato, habría utilizado una chalina para estrangularla.

Hasta ahí sólo se manejan los nombres de Teresa y los cuatro menores pero, a la hora de hacer desaparecer el cadáver, surge otra figura, la de Emilio Cruz, de 45 años, quien habría sido el conductor del vehículo en el que fue trasladado el cuerpo hasta las afueras de la ciudad, en el camino hacia Sucre, cerca del botadero municipal.

Una vez en el lugar, los presuntos secuestradores le prendieron fuego al cadáver con la intención de hacer desaparecer las evidencias de su crimen.

Justo un mes después, el 18 de octubre, el Ministerio Público y la Policía encuentran restos humanos cerca del botadero pero resulta difícil reconocerlos. Al margen del fuego, las aves de rapiña, los perros y los cerdos habían consumido el cuerpo a tal punto que sólo quedaban el cráneo y unos cuantos huesos. Además de los datos emergentes de las declaraciones de los involucrados, un detalle ayuda a su reconocimiento: entre los restos estaban los de una polera blanca que Leandro le había dado a la muchacha para que se abrigue.

…y castigo

Aparentemente, los autores del crimen sólo midieron la dimensión de sus actos luego de que este había sido cometido y algunos optaron por huir de la ciudad.

Ernesto fue detenido en Sucre y la última en caer fue Teresa a quien se encontró en La Paz, con el cabello recortado y teñido, y a punto de tomar un bus rumbo al Perú.

Dos hechos fueron determinantes para que el caso avance: el cambio del fiscal que estaba a cargo de la investigación y la confesión de algunos de los detenidos. Fueron las confesiones las que permitieron que se encuentren los restos y se elabore la relación fáctica de los hechos.

Como resultado de la investigación, un total de seis personas están detenidas preventivamente. Dos de los detenidos, Teresa Edid Valenzuela Guzmán y Emilio Cruz, son mayores de edad mientras que los otros cuatro, Ernesto, Leandro, Anthony y Belén son menores. Los últimos son inimputables porque tienen 15 años y están detenidos en el Juzgado de la Niñes y Adolescencia mientras que los restantes cuatro fueron llevados a la cárcel de Cantumarca.

El proceso que se instaurará por este caso será por secuestro, extorsión y asesinato de Andra Stayssi Apacani Fernandez.