Piden penas de 25 años y prisión perpetua por un crimen
BUENOS AIRES.- Un fiscal de juicio pidió condenas de 25 años y prisión perpetua para los seis hombres, uno de ellos pai umbanda, acusados del crimen por encargo del abogado Jorge Mantelman, quien en 2005 apareció con un tiro en la cabeza dentro de su auto, en el partido bonaerense de Esteban Echeverría.
Roberto Bois, abogado de la viuda de la víctima, Raquel Capuya, quien se constituyó como particular damnificado, informó a Télam que coincidió con el pedido del fiscal Sebastián Scalera, mientras que las defensas de los imputados requirieron la absolución de todos ellos.
Los alegatos de las partes terminaron ayer ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 de Lomas de Zamora, integrado por los jueces Jorge Camino, Marcelo Dellature y Rafael Villamayor.
En el banquillo de los acusados están Luis María Salsamendi, abogado y ex cuñado de la víctima; José De Marco, empleado del estudio jurídico del primero; Pablo Mattano, Walter Isla, Jorge Leiva y el pai umbanda Luis Duré.
Según Bois, Mattano también trabajaba para De Marco, al tiempo que junto a Isla y Leiva eran "hijos de religión" de Duré.
Tanto el fiscal Scalera como el letrado imputaron a los seis hombres como coautores de los delitos de "homicidio calificado por alevosía, participación de dos o más personas y por promesa remuneratoria" y "robo calificado".
Ambas partes solicitaron la prisión perpetua para los acusados, excepto para de Marco, quien fue apresado en España y en su tratado de extradición se convino que no podía recibir una pena superior a los 25 años, por lo requirieron ese monto.
Por su parte, las respectivas defensas plantearon subsidiariamente a la absolución que no se califique el crimen como un "homicidio calificado" y también que se considere como "partícipes secundarios" a algunos de los acusados, dos planteos que implican una reducción del monto de las penas.
Tras los alegatos, el tribunal pasó a un cuarto intermedio hasta el 1 de junio próximo cuando las partes realizarán las réplicas y los imputados podrán pronunciar sus "últimas palabras".
Durante el debate, el único de los acusados que declaró fue Mattano, quien sostuvo que el teléfono celular por el que quedó imputado no era suyo.
Es que una de las pruebas que utilizaron los investigadores fue el análisis del entrecruzamiento de llamados de los aparatos y líneas de los detenidos.
Según Bois, el propio Duré, poco días después del crimen, utilizó el celular de la víctima, mientras que las celdas de los aparatos de Mattano, Isla y Leiva se abrieron el día anterior al homicidio, en los alrededores de la casa de Mantelman, lo que las pesquisas consideraron como tarea de "inteligencia previa".
En tanto, en el debate también declaró una mujer que fue novia de Mattano y que reveló que éste le confesó el crimen pero le aclaró que la idea era "darle un susto" y se les "fue la mano".
De acuerdo a la acusación del fiscal y el particular damnificado, Salsamendi fue el autor intelectual del homicidio.
Roberto Bois, abogado de la viuda de la víctima, Raquel Capuya, quien se constituyó como particular damnificado, informó a Télam que coincidió con el pedido del fiscal Sebastián Scalera, mientras que las defensas de los imputados requirieron la absolución de todos ellos.
Los alegatos de las partes terminaron ayer ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 de Lomas de Zamora, integrado por los jueces Jorge Camino, Marcelo Dellature y Rafael Villamayor.
En el banquillo de los acusados están Luis María Salsamendi, abogado y ex cuñado de la víctima; José De Marco, empleado del estudio jurídico del primero; Pablo Mattano, Walter Isla, Jorge Leiva y el pai umbanda Luis Duré.
Según Bois, Mattano también trabajaba para De Marco, al tiempo que junto a Isla y Leiva eran "hijos de religión" de Duré.
Tanto el fiscal Scalera como el letrado imputaron a los seis hombres como coautores de los delitos de "homicidio calificado por alevosía, participación de dos o más personas y por promesa remuneratoria" y "robo calificado".
Ambas partes solicitaron la prisión perpetua para los acusados, excepto para de Marco, quien fue apresado en España y en su tratado de extradición se convino que no podía recibir una pena superior a los 25 años, por lo requirieron ese monto.
Por su parte, las respectivas defensas plantearon subsidiariamente a la absolución que no se califique el crimen como un "homicidio calificado" y también que se considere como "partícipes secundarios" a algunos de los acusados, dos planteos que implican una reducción del monto de las penas.
Tras los alegatos, el tribunal pasó a un cuarto intermedio hasta el 1 de junio próximo cuando las partes realizarán las réplicas y los imputados podrán pronunciar sus "últimas palabras".
Durante el debate, el único de los acusados que declaró fue Mattano, quien sostuvo que el teléfono celular por el que quedó imputado no era suyo.
Es que una de las pruebas que utilizaron los investigadores fue el análisis del entrecruzamiento de llamados de los aparatos y líneas de los detenidos.
Según Bois, el propio Duré, poco días después del crimen, utilizó el celular de la víctima, mientras que las celdas de los aparatos de Mattano, Isla y Leiva se abrieron el día anterior al homicidio, en los alrededores de la casa de Mantelman, lo que las pesquisas consideraron como tarea de "inteligencia previa".
En tanto, en el debate también declaró una mujer que fue novia de Mattano y que reveló que éste le confesó el crimen pero le aclaró que la idea era "darle un susto" y se les "fue la mano".
De acuerdo a la acusación del fiscal y el particular damnificado, Salsamendi fue el autor intelectual del homicidio.
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