Encuentran a niños; estaban extraviados
Dos niños de siete y ocho años de edad, que figuraban como extraviados hace algunas semanas, fueron encontrados en los últimos días y puestos a buen recaudo por las autoridades competentes.
El niño de siete años tiene un cuadro más crítico. Perdió a su padre en un accidente y a su madre por problemas de salud. Por ello su situación es de “orfandad total”, según explicaron Mabel Arenas, Lilian González y Jael Azurduy, de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia del Distrito 4.
Es natural de la comunidad de Tipacari (Ravelo) y hasta hace un mes vivía con un “conocido” de la familia, de quien habría escapado por los constantes excesos a los que lo sometía trabajando en el campo.
Dos semanas atrás el pequeño fue encontrado en la zona de Villa Armonía. Estaba sucio y sediento. Así llegó a la Defensoría del Distrito 4, que ya inició los trámites en busca de la familia ampliada.
Entretanto el infante se encuentra en el Hogar San Agustín, donde estudia y recibe atención personalizada. Posiblemente se quede y obtenga una profesión en ese lugar, si no dan con algún pariente suyo.
La adopción está casi descartada en este caso porque los padres sustitutos prefieren niños de hasta seis años de edad.
OTRO DRAMA
Otro caso se trata de un niño de ocho años de edad que salió de casa después de la vacación invernal y “nunca más volvió”. Su primer destino fue la casa de su abuelo, en una comunidad del municipio de Ravelo.
El familiar reaccionó extrañado y decidió “despacharlo” hasta Sucre, donde sus familiares esperaban; sin embargo, el niño se quedó en la ciudad y no regresó a casa. Los primeros dos días solo, trabajó en el mercado vendiendo algunos productos y durmió en el parque Bolívar.
Después un hombre se compadeció de él y lo acogió en su domicilio pero terminó tratándolo mal. Entonces volvió a la calle y un día, sus familiares, lo encontraron almorzando en uno de los centros de atención a niños trabajadores.
POR BS 1.200
Lo extraño es que sus familiares se movilizaron recién cuando se enteraron que el pequeño sustrajo 1.200 bolivianos de su abuela. El menor admitió el hecho y culpó a su tío, según explicó la responsable de la Defensoría del Distrito 2 de Sucre, Shirley Cuéllar.
El niño también proviene de una familia desintegrada, su madre es trabajadora del hogar y su padre trabaja en Cochabamba. El presente caso parece haber conmovido a los familiares, que ahora asisten a charlas con el psicólogo de la Defensoría.
El niño de siete años tiene un cuadro más crítico. Perdió a su padre en un accidente y a su madre por problemas de salud. Por ello su situación es de “orfandad total”, según explicaron Mabel Arenas, Lilian González y Jael Azurduy, de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia del Distrito 4.
Es natural de la comunidad de Tipacari (Ravelo) y hasta hace un mes vivía con un “conocido” de la familia, de quien habría escapado por los constantes excesos a los que lo sometía trabajando en el campo.
Dos semanas atrás el pequeño fue encontrado en la zona de Villa Armonía. Estaba sucio y sediento. Así llegó a la Defensoría del Distrito 4, que ya inició los trámites en busca de la familia ampliada.
Entretanto el infante se encuentra en el Hogar San Agustín, donde estudia y recibe atención personalizada. Posiblemente se quede y obtenga una profesión en ese lugar, si no dan con algún pariente suyo.
La adopción está casi descartada en este caso porque los padres sustitutos prefieren niños de hasta seis años de edad.
OTRO DRAMA
Otro caso se trata de un niño de ocho años de edad que salió de casa después de la vacación invernal y “nunca más volvió”. Su primer destino fue la casa de su abuelo, en una comunidad del municipio de Ravelo.
El familiar reaccionó extrañado y decidió “despacharlo” hasta Sucre, donde sus familiares esperaban; sin embargo, el niño se quedó en la ciudad y no regresó a casa. Los primeros dos días solo, trabajó en el mercado vendiendo algunos productos y durmió en el parque Bolívar.
Después un hombre se compadeció de él y lo acogió en su domicilio pero terminó tratándolo mal. Entonces volvió a la calle y un día, sus familiares, lo encontraron almorzando en uno de los centros de atención a niños trabajadores.
POR BS 1.200
Lo extraño es que sus familiares se movilizaron recién cuando se enteraron que el pequeño sustrajo 1.200 bolivianos de su abuela. El menor admitió el hecho y culpó a su tío, según explicó la responsable de la Defensoría del Distrito 2 de Sucre, Shirley Cuéllar.
El niño también proviene de una familia desintegrada, su madre es trabajadora del hogar y su padre trabaja en Cochabamba. El presente caso parece haber conmovido a los familiares, que ahora asisten a charlas con el psicólogo de la Defensoría.
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