Arrestan a niño brasileño con armas y dinero
La policía brasileña arrestó a un niño de apenas doce años que realizaba un viaje en un microbús cargando tres armas en una mochila y cerca de 1.600 reales (unos 890 dólares) escondidos en su ropa interior, informaron hoy fuentes oficiales.
El menor fue detenido en la noche del jueves cuando, sin acompañantes, realizaba un viaje en un microbús público entre Cáceres y Cuiabá, ciudades de Mato Grosso, estado en el suroeste de Brasil fronterizo con Bolivia y Paraguay.
El arresto fue realizado por agentes de la Policía Federal de Carreteras, quienes, en un retén de rutina, encontraron dos revólveres, una pistola y numerosa munición en una de las mochilas que estaba en el maletero del microbús.
Luego de que el conductor del vehículo identificara al menor como el propietario de la mochila, los agentes lo requisaron y descubrieron el dinero.
De acuerdo con algunos de los pasajeros, el menor abordó el microbús en la terminal de transportes de Cáceres, en la frontera con Bolivia, en donde fue despedido por una mujer que le dio un beso en el rostro.
En su relato a la policía, el niño dijo que había viajado a Cáceres apenas para recoger las armas y que sería recompensado por un hombre que lo contactó en Cuiabá y que no supo identificar.
Como la legislación brasileña establece que los menores no pueden ser responsabilizados penalmente por actos criminales ni conducidos a cárceles, la policía trasladó al niño hasta una correccional.
El menor fue detenido en la noche del jueves cuando, sin acompañantes, realizaba un viaje en un microbús público entre Cáceres y Cuiabá, ciudades de Mato Grosso, estado en el suroeste de Brasil fronterizo con Bolivia y Paraguay.
El arresto fue realizado por agentes de la Policía Federal de Carreteras, quienes, en un retén de rutina, encontraron dos revólveres, una pistola y numerosa munición en una de las mochilas que estaba en el maletero del microbús.
Luego de que el conductor del vehículo identificara al menor como el propietario de la mochila, los agentes lo requisaron y descubrieron el dinero.
De acuerdo con algunos de los pasajeros, el menor abordó el microbús en la terminal de transportes de Cáceres, en la frontera con Bolivia, en donde fue despedido por una mujer que le dio un beso en el rostro.
En su relato a la policía, el niño dijo que había viajado a Cáceres apenas para recoger las armas y que sería recompensado por un hombre que lo contactó en Cuiabá y que no supo identificar.
Como la legislación brasileña establece que los menores no pueden ser responsabilizados penalmente por actos criminales ni conducidos a cárceles, la policía trasladó al niño hasta una correccional.
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