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Santa Cruz: A dinamitazos un hombre destruye el pequeño negocio de su exmujer


Con los techos y las paredes destrozadas y toda la mercadería destruida, así quedó el negocio de Teófila S., una mujer de 67 años que buscaba rehacer su vida en la capital cruceña, alejada de quien fue su marido, el mismo que destruyó sus sueños haciendo explotar una dinamita en su tienda.

El hecho se registró en el barrio Santa Lucía, zona de la Virgen de Luján, en la capital cruceña, la madrugada del martes, 26 de septiembre.

Teófila y Tomás Calisaya, ambos de 67 años, oriundos de La Paz, tuvieron nueve hijos (cuatro mujeres y cinco varones), pero la violencia que sufría la mujer por parte de su marido se hizo cada vez más insoportable. Sus hijos intervinieron en varias ocasiones para que su madre deje de sufrir, pero el padre nunca cambió.

La familia vivía en el campo, en el departamento de La Paz. Algunos de los hijos de la pareja migraron a la capital cruceña, lugar donde hace más de 4 años, una de sus hijas decidió traer no solo a su madre, sino también a su padre, creyendo que él iba a cambiar.

"Acá no era lo mismo que el campo; si ocurría otra vez (violencia), iba ser más fácil denunciarlo en la Policía. Por eso me los traje, no solo a mi mamá, sino también a mi papá. Él estuvo un mes, pero no se adaptó. De nuevo le pegó a mi mamá", comenta con tristeza Natalia, una de las hijas de Teófila.

Hace aproximadamente cuatro meses el problema entre Tomás y Teófila se agudizó, el hombre amenazó con matar a su esposa y también a su hija. La culpaba de ser la persona que los separó al traer a su madre a vivir a Santa Cruz.

Tomás generó mucho temor en la familia, porque repetía: "Con dinamita los voy matar".

Finalmente, el trágico día llegó, justo el lunes por la tarde, el hombre fue visto en la capital cruceña, sentado en un sillón cerca de la casa de uno de sus hijos y en la zona donde su mujer e hija tenían una tienda de venta de abarrotes y productos de la canasta familiar.

Los hijos, alarmados, avisaron a su madre y a una de las hermanas que el padre estaba rondando por el lugar, lograron hablar con él y éste les dijo que, si su mujer ya no quería vivir con él, no la obligaría. No obstante, los hijos no creyeron en las palabras del padre.

Los vecinos ayudaron a sofocar el incendio provocado después de la explosión de la dinamita.

​Esa noche, la mujer y su hija cerraron la tienda y se fueron a dormir a la casa de otro familiar. Por la noche, la tienda fue atacada con dinamita, la infraestructura quedó deshecha y en llamas.

Los vecinos le avisaron que había explotado su negocio y que sus cosas se estaban incendiando. Los hijos no tienen dudas de que el autor de la explosión fue Tomás, el padre, quien tras cometer el hecho se dio a la fuga. El hombre había cumplido su amenaza

Afortunadamente, no hubo daños personales, solo materiales. "Todo lo hemos perdido, no tenemos nada. Mi madre, hasta con su bono, ha comprado sus cosas, todos le hemos ayudado, pero ahora no tenemos nada. Nosotros, sus hijos, no somos profesionales, no tenemos dinero", expresaba la hija de Teófila en medio del llanto.

Natalia cuenta que antes, cuando vivían en el campo, la abuela protegía a Teófila de las agresiones que sufría por parte de Tomás, pero cuando la anciana murió, la mujer quedó desprotegida. "Me va matar, ya no hay quién me proteja", decía Teófila a sus hijos ya adultos. Por este motivo decidieron traerla a Santa Cruz.

"Los vecinos nos ayudaron, más bien apagaron el incendio, pero ahora ya no sabemos qué hacer. Mi hermano ha ido a presentar una denuncia en la Policía, pero le dijeron que era con plata para que ellos se muevan y vayan a buscar a mi padre, le dijeron que sin plata no harían nada, pero nosotros no tenemos dinero", denunció una de las hijas de Teófila.

Este jueves, la familia continuaba recogiendo la mercadería dañada, limpiando el lugar destruido y buscando cosas que aún se puedan salvar. "Mi padre siempre le pegaba a mi madre, incluso tenemos un hermano con discapacidad y a él también le pegaba", agrega Natalia, una de las hijas de Teófila.

A sus 41 años, Natalia tendrá a su primogénito y en vez de disfrutar de esta etapa de gestación, ella está muy triste por lo que vive su familia.

"Siempre hemos vivido con miedo, temblando, mi padre nunca cambió. Quería que sus hijos le demos, cada uno, de Bs 50 por mes, y amenazaba con matar a mi mamá", lamenta la hija.

La familia de Teófila pide ayuda a la población cruceña, para levantar su negocio y poder el sustento diario. Las personas que deseen ayudarlos pueden contactarse al teléfono celular: 63454720.


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