México: Asesinado a tiros un candidato a alcalde durante un acto de campaña
Abel Murrieta recibió diez disparos mientras repartía propaganda electoral en el municipio norteño de Cajeme
El asesinato de Abel Murrieta, candidato a alcalde por Cajeme, ha vuelto a poner de relieve la terrible inseguridad que enfrentan los contendientes de las elecciones intermedias del próximo 6 de junio. El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador y la Fiscalía del Estado de Sonora se han comprometido a perseguir a los responsables que, en la tarde del jueves, acabaron con la vida de Murrieta e hirieron de gravedad a una integrante de su equipo, mientras ambos repartían volantes y propaganda en una calle del municipio norteño, considerado como el cuarto más violento de todo México.
Imágenes difundidas en redes sociales muestran el cuerpo de Murrieta tendido en el suelo, rodeado de panfletos y casquillos de bala, mientras una voluntaria le abanica con una bandera de su partido. Los informes preliminares señalan que el candidato de Movimiento Ciudadano recibió un total de 10 impactos, dos de ellos en la cabeza. Cuando llegó la ambulancia al lugar de los hechos, la víctima aún tenía signos vitales, pero falleció minutos después a su llegada al hospital. Su último mensaje en redes sociales fue ciertamente premonitorio: "Un Cajeme próspero es un Cajeme en el que todos podemos sentirnos seguros. Cualquier ciudadano debería salir a la calle sin preocupaciones y es por eso que estoy con Abel, porque sé que pondrá orden y que va en serio", escribió horas antes de ser asesinado.
El presidente de Movimiento Ciudadano, Clemente Castañeda, está seguro de que "Abel pagó por haber dicho una y otra vez en su campaña que tenía el valor de enfrentar al narco y que iba a poner orden en cuanto llegara a la alcaldía". El presidente López Obrador también ha lamentado este suceso "realmente triste" y ha asegurado que "va a haber una investigación y se va a castigar a los responsables". La estadística no ayuda a confiar en las promesas de AMLO ya que, en México, el 90% de los asesinatos quedan impunes.
Abel Murrieta, de 56 años, fue uno de los abogados de mayor prestigio de Sonora. Entre el 2003 y 2004 fue subprocurador de Justicia del Estado y del 2004 al 2012 fue ascendido a procurador General. A partir de entonces dio el salto a la política fungiendo como diputado local y federal por el PRI hasta el año 2015. Durante el último año se había desempeñado como abogado de la familia LeBarón, víctima de un ataque armado en el año 2019 en el que perdieron la vida nueve personas (tres mujeres y seis niños). El representante de la familia, Adrián, ha denunciado: "¡Mataron a mi defensor! Hoy mataron cobardemente a quien decidió defendernos legalmente. ¿Cómo le llamamos a esto? ¿Estado de Derecho?".
LA SEGUNDA CAMPAÑA ELECTORAL MÁS VIOLENTA
Las campañas electorales en México son períodos tradicionalmente violentos en los que, grupos al margen de la ley, buscan persuadir, con amenazas y violencia, a los líderes políticos que van a renovar las instituciones. El próximo 6 de junio, el país norteamericano celebra las elecciones más grandes de su historia, tanto por número de cargos en disputa como por número de electores llamados a las urnas. Ese día, 93 millones de mexicanos podrán participar en un proceso donde se van a elegir 500 escaños de la Cámara de Diputados, 15 de los 32 gobernadores de Estado y casi 20.000 cargos locales.
La consultora privada Etellekt ha puesto cifras al terrible contexto de violencia que ha marcado este período electoral. Desde el pasado mes de septiembre, cuando inició formalmente la campaña, 83 políticos -incluido Murrieta-, 28 familiares y 91 servidores públicos sin militancia han sido asesinados. Curiosamente, un 88% de las víctimas eran opositores al gobierno de turno en la localidad donde competían. La consultora ha registrado un total de 476 agresiones contra políticos, entre las que también se incluyen otro tipo de presiones, como amenazas, robos o secuestros. Según desveló el Gobierno, cerca de 250 candidatos han pedido protección federal hasta la fecha. Estas cifras sitúan la actual campaña electoral como la segunda más violenta desde que se tienen registros, solo por detrás de la del 2018, que llevó a López Obrador al poder.
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