Cochabamba: Reconstrucción de doble crimen evidencia mentiras de Alejandra
La reconstrucción de un crimen tiene el objetivo de corroborar si cada una de las versiones de los imputados coincide con lo hallado en la escena del crimen. Por versiones ligadas a la investigación, este diario conoce que las pericias de planimetría efectuadas en la casa de la familia Adriázola develaron que Alejandra mintió al decir que vio un cuerpo en el patio desde la calle. La joven mostró el lugar donde supuestamente habría estado el cadáver de la campeona nacional de taekwondo Gloria Adriázola y que se veía desde la puerta de calle, como ella aseguraba. Alejandra decía que ella arrastró el cadáver de Gloria hacia el auto para auxiliarla y por eso fue encontrada en otro lugar, más cerca de los cuartos. Sin embargo, las muestras de luminol habrían evidenciado que en el lugar donde dice Alejandra que vio el cuerpo de Gloria desde la calle, no se halló sangre, lo que significa que el cuerpo nunca estuvo ahí, con lo que la versión de la joven caería por sí misma. También le preguntaron si ella caminó hacia la higuera, donde están los ladrillos, y ella respondió que no, pero las huellas de sus tenis tipo chapulines fueron encontradas en ese sector.
Omar, por su lado, dijo que dejó el cuerpo de su hermana Gloria en una posición específica, a poca distancia de su habitación. Allí sí encontraron sangre. Empero el cadáver fue encontrado más allá, en otra posición, porque aparentemente habría sido arrastrado. Alejandra dijo que ella lo arrastró hacia el auto para auxiliarla, pero no coinciden el lugar desde donde lo habría arrastrado.
Gloria Bustamante, la madre de las víctimas y de Omar, también participó de la reconstrucción. Ella mostró dónde halló el cadáver de su hija y a Alejandra agachada sobre los restos. El lugar que ella señaló coincide con el del levantamiento legal y con las huellas de sangre. Fue sometida a varias preguntas, incluida la de porqué corrió tras Alejandra en lugar de verificar si su hija estaba muerta. Gloria Bustamante respondió que lo hizo instintivamente y quería ver quién era esa mujer.
Le preguntaron con qué ropa estaba vestida esa noche y si la Policía le secuestró esas prendas. Ella dijo que no le pidieron su ropa pese a que en ella existen huellas de los dedos ensangrentados de Alejandra cuando la joven la agarró de los brazos en la pelea que sostuvieron. Quiso entregar esa ropa que habría sido guardada sin lavar, para que verifiquen si la sangre de las huellas de los dedos era de su hija Gloria, pero la fiscal le dijo que por el tiempo transcurrido, ya no podían admitirla pues se trataba de una prueba contaminada.
Peritajes
Continúan las investigaciones del crimen perpetrado contra las hermanas Adriázola el 14 de mayo.