Cochabamba: Feminicida confiesa su crimen luego de 17 meses
Julián Jachacata Huanca (42) no podía dormir en paz por las noches. Lo había probado todo, desde mates de cedrón y lechuga hasta pastillas de valeriana y el alcohol. Nada funcionó. Desde el año pasado, el hombre tenía constantes pesadillas sobre el crimen que cometió contra su esposa Emiliana Quintela Cuisara (40), a la que había asesinado y enterrado sin decirle ni una sola palabra a nadie.
Pese a que Julián Jachacata intentó olvidar lo sucedido e incluso rehizo su vida con otra mujer, no había paz en su corazón y la falta de sueño había alterado su rutina. Por ello, en estado de ebriedad, le confesó a su actual pareja que había matado a Emiliana y no dormía, por lo que había planeado ir al lugar donde la enterró para pedirle disculpas al espíritu de su víctima y rogarle que lo deje en paz. La nueva pareja de Julián le comentó la historia a su tía, ella se la contó a la vendedora de refresco, ésta a otras personas, hasta que el relato llegó a oídos de Laura Jachacata, la hija de Emiliana que pidió ayuda a la Policía para indagar la verdad.
El director de la FELCV de Sacaba, Ariel Corrales, aprehendió al sospechoso y éste acabó confesando su crimen. Dijo que todo ocurrió antes del Carnaval de 2014 y que estaba ebrio cuando discutió con Emiliana por los celos que sentía de ella.
“Le di un puñete y cayó muerta”, admitió. Ayer en la mañana, Jachacata guió a un grupo de policías, bomberos y la fiscal Cynthia Prado hasta el río Canalpata. Allí encontraron los restos de la infortunada mujer. Llorando, Laura, la hija de la víctima y el victimador, contó que su padre les mintió diciéndoles que su madre los había abandonado por otro hombre. Ayer pidió cárcel para su progenitor. La Policía tuvo que disfrazar de Bombero al feminicida para salvarlo de ser linchado por la enojada población de Sacaba.