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Bus cae a precipicio y se cobra 25 vidas

Desastre. Éste es el momento en que bomberos voluntarios, la Policía y los pasajeros intentaban rescatar a las personas y recoger a los fallecidos entre los fierros

El bus se embarrancó en el puente Choyuma (Pongo), a 105 kilómetros de la ciudad de Cochabamba, cuando se trasladaba a su destino, Llallagua (Potosí). Estaba repleto de pasajeros. Aparentemente sufrió un desperfecto en los frenos, cuando se desplazaba a gran velocidad en un tramo de bajada, pero informes preliminares obtenidos en Cochabamba dicen que era conducido por un chofer que tenía aliento a alcohol.

El comandante departamental de la Policía, Hernán Trujillo, y algunos sobrevivientes dijeron que ya habían recorrido 90 kilómetros, con 72 personas a bordo, pese a que en la lista sólo figuran 47 pasajeros. El bus se descontroló hasta chocar con los defensivos del puente.

La flota cayó al precipicio, donde se volcó varias veces, expulsando por las ventanas a los pasajeros que terminaron sumergidos dentro de las frías aguas del río Choyuma.

Petrona, una de las sobrevivientes, relató que la flota estaba corriendo y justo antes del accidente salió el ayudante y dijo: “Vayan atrás, atrás. Lo único que hice fue agarrar mi frazada y envolverme. Estaba corriendo, el viento entraba con tanta fuerza, que yo cerraba y cerraba la ventana”, contó.

Una vez que pasó lo peor, aquéllos que se salvaron de milagro, 44 pasajeros, dos choferes y un ayudante, se armaron de valor y salieron del bus en medio de la oscuridad y el agua.

Los bomberos, voluntarios, policías y viajeros hicieron un alto para ayudar, retiraron los 25 cadáveres, entre ellos tres niños, que murieron por múltiples golpes.

Cerca del mediodía de ayer, los efectivos de Tránsito de Quillacollo dijeron que dieron con uno de los choferes y propietario del bus, Rodolfo Gandarillas. El chofer estaba mal dormido, con los ojos enrojecidos, los dientes teñidos de verde de tanto acullicar coca, con aliento a alcohol y algo aturdido, pero dijo que no estaba ebrio, que había tenido un acontecimiento en Llallagua y acababa de llegar. De todas maneras, la Policía lo condujo a una clínica privada para sacarle la muestra para un examen de alcoholemia.

La flota Trans Uncía pasó por el último control policial, el retén de Suticollo, a las 23:00 aproximadamente. Aún no existe un informe preciso de la revisión que realizaron los policías a cargo de la tranca. Tampoco una explicación sobre por qué había 47 pasajeros registrados en la lista y en el momento del accidente 69, al margen de los choferes y el ayudante.

Este accidente se suma al de la flota El Dorado, el jueves, en este mismo tramo, en el que murieron 13 personas, y nuevamente pone en tela de juicio los controles que se hacen en las terminales del país, porque continúan los accidentes y las flotas transitan sobrecargadas de bultos y de pasajeros.

En la terminal Bimodal de Santa Cruz se han intensificado los controles a los conductores de flota por el incremento de pasajeros en esta temporada de vacaciones. El jefe de Tránsito de la Bimodal, José Villarroel Pérez, señaló que hacen el test de alcoholemia a los conductores y la revisión técnica del bus. Algunos conductores se molestan.

Fallecidos

De los 25 fallecidos, 17 fueron plenamente identificados.


  1. Herminia Martínez

  2. Elmer Martínez

  3. Jerson Serrano

  4. Gabriel Serrano

  5. Maribel Villca

  6. Crispín Mitma

  7. Joaquín Kilo

  8. Juan Carlos Chambi

  9. José Choque

  10. Ramiro Felipe Ayala

  11. Marcelino Quino

  12. Martín Castro Gallego

  13. Damiana Castro

  14. Edwin Castro Iruchi

  15. Julián Castro Gallego

  16. Guillermo Quino

  17. Florencia Lobo de Villca
En los seis primeros meses de 2010 se han registrado en Cochabamba ocho accidentes de magnitud en carreteras interdepartamentales, que conectan al departamento y cobrado la vida de 79 personas.

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