Hallan pie humano en la plaza Libertad
EL pié humano estaba en una bolsa de plástico rojaUn pie humano fue hallado en medio de un árbol de pino en la plaza Libertad. Inmediatamente, emergió la Policía, los periodistas, los vecinos, estudiantes de la carrera de Enfermería y empezaron a surgir las conjeturas. Pero al final, apareció quien había dejado el pie en medio del árbol, envuelto en una bolsa de plástico, y todo se aclaró.
La señora Ascencia Mamani Jancko, de 51 años, jardinera de la plaza Libertad, fue, como todos los días, a buscar las bolsas de basura que guardaba en medio de un árbol de pino, pero, sorpresivamente, encontró una bolsa de plástico de color rojo. Se extrañó de encontrar ese envoltorio. Lo abrió con cuidado. ¡Sorpresa! Encontró un pie cercenado y, obviamente, gritó y arrojó el envoltorio, con más el pie, al césped que acababa de regar. Corrió a una banqueta próxima en donde estaba una pareja de enamorados y les contó el hallazgo del pie, pero los jóvenes se alejaron de inmediato.
Enseguida, buscó a otros estudiantes que le hicieron caso y revisaron la bolsa y confirmaron que allí se encontraba el pie cercenado. En ese momento apareció una de sus hijas, de aproximadamente siete años de edad, y la envió a convocar a policías que se encontraban en las proximidades.
A los pocos minutos, el lugar se llenó de policías, periodistas, curiosos, abogados y enfermeras y doña Ascencia Mamani Jancko contaba y repetía lo sucedido a todos quienes le preguntaban. Cuando llegaron las autoridades de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), tomaron declaraciones y fotografías a la autora del descubrimiento. En ese momento surgió una persona y reclamó por el pie: "¿Qué están haciendo con el pie? ¡Yo he dejado por unos minutos! ¡Devuélvanme!", dijo.
Posteriormente, Florentino Escalante, de aproximadamente 50 años, contó que uno de sus amigos de Abra Ck´asa fue internado en el hospital Santa Bárbara debido a que "se había secado los dedos de su pie" y por eso terminaron amputándoselo.
Explicó que alrededor de la 17:30, cuando se dirigía a comprar medicamentos para su amigo, que se recuperaba de la amputación, tuvo vergüenza de ingresar a la farmacia con el pie que le habían entregado los médicos, y se le ocurrió ocultarlo en el medio del árbol. Fue a comprar los medicamentos y cuando volvió a recuperar el pie se encontró con el gentío. "Ese pie debe ser enterrado en Abra Ck´asa", finalizó.
La señora Ascencia Mamani Jancko, de 51 años, jardinera de la plaza Libertad, fue, como todos los días, a buscar las bolsas de basura que guardaba en medio de un árbol de pino, pero, sorpresivamente, encontró una bolsa de plástico de color rojo. Se extrañó de encontrar ese envoltorio. Lo abrió con cuidado. ¡Sorpresa! Encontró un pie cercenado y, obviamente, gritó y arrojó el envoltorio, con más el pie, al césped que acababa de regar. Corrió a una banqueta próxima en donde estaba una pareja de enamorados y les contó el hallazgo del pie, pero los jóvenes se alejaron de inmediato.
Enseguida, buscó a otros estudiantes que le hicieron caso y revisaron la bolsa y confirmaron que allí se encontraba el pie cercenado. En ese momento apareció una de sus hijas, de aproximadamente siete años de edad, y la envió a convocar a policías que se encontraban en las proximidades.
A los pocos minutos, el lugar se llenó de policías, periodistas, curiosos, abogados y enfermeras y doña Ascencia Mamani Jancko contaba y repetía lo sucedido a todos quienes le preguntaban. Cuando llegaron las autoridades de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), tomaron declaraciones y fotografías a la autora del descubrimiento. En ese momento surgió una persona y reclamó por el pie: "¿Qué están haciendo con el pie? ¡Yo he dejado por unos minutos! ¡Devuélvanme!", dijo.
Posteriormente, Florentino Escalante, de aproximadamente 50 años, contó que uno de sus amigos de Abra Ck´asa fue internado en el hospital Santa Bárbara debido a que "se había secado los dedos de su pie" y por eso terminaron amputándoselo.
Explicó que alrededor de la 17:30, cuando se dirigía a comprar medicamentos para su amigo, que se recuperaba de la amputación, tuvo vergüenza de ingresar a la farmacia con el pie que le habían entregado los médicos, y se le ocurrió ocultarlo en el medio del árbol. Fue a comprar los medicamentos y cuando volvió a recuperar el pie se encontró con el gentío. "Ese pie debe ser enterrado en Abra Ck´asa", finalizó.
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