Matan a un gallero por una apuesta - El Policial Bolivia
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Matan a un gallero por una apuesta

Los restos mortales de Juan Alberto son velados en su domicilio
Una bala de arma de fuego perforó el corazón de Juan Alberto Arancibia Montenegro la noche del sábado, quitándole la vida casi de forma instantánea.

El hecho trágico se produjo luego de que el gallo que Juan Alberto llevó a la riña, ganara una pelea y, por lo tanto, él también ganó una apuesta ante el descontento de su rival. La inconformidad derivó en un enfrentamiento verbal tras el cual Juan Alberto Arancibia Montenegro se retiró del palenque en que sucedieron los acontecimientos, ubicado en el kilómetro 6 de la doble vía a La Guardia.

Con su grupo de amigos abordó una vagoneta que los llevaba de regreso a la ciudad; sin embargo, aún cerca del palenque el vehículo fue interceptado por otro en el que estaba a bordo la persona con la que, rato antes tuvo la discusión. Fue ella la que disparó y logró que la bala se introdujera en el cuerpo de Juan Alberto Arancibia, quien fue inmediatamente trasladado a la clínica Copacabana.

Esta secuencia de hechos fue relatada ayer a El Día por Edith Montenegro, tía del fallecido, en el velatorio instalado en una humilde casa de Los Lotes.

Ahí vivía la víctima, de 30 años, con sus padres, sus hermanos, su esposa -ama de casa- y tres hijos, de 14 años, el segundo de 10 y el menor de 4.

Juan Alberto, el segundo de tres hermanos varones y una mujer, se dedicaba a la albañilería, era maestro constructor como su padre quien le enseñó el oficio a todos los hombres de la casa.

Fue ahí mismo, donde estaba la capilla ardiente, de donde Juan Alberto salió el sábado a las 18.00 rumbo al palenque al terminar su jornada laboral y cuando sus amigos fueron a recogerlo.

Los amigos, así como otros galleros que estaban en la riña de gallos presenciaron tanto la discusión como la balacera.

Según Edith Montenegro, la denuncia del deceso fue sentada inmediatamente y la Policía investiga los hechos para dar con el agresor, de quien se sabe vestía una polera anaranjada. Ella misma señaló que está descartada la posibilidad de otros móviles como un robo, porque no hubo intentos por sustraer nada ni del fallecido ni del grupo de amigos que lo acompañaban.

“Somos una familia tranquila, de gente honesta, sin antecedentes. Ahora queremos dar con el culpable para que se haga justicia”, señaló la tía del joven.

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