Vendían en 1.200 bolivianos licencias de conducir falsificadas

En este foto-estudio se encontraron licencias falsificadas

Vendían licencias de conducir cate goría “C” en 1.200 bolivianos y una oportuna intervención de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) y el Ministerio Público anoche desarticuló una banda de falsificadores y cuatro personas fueron arrestadas. El fiscal de materia, Aldo Morales informó que hace dos semanas en una tranca de control se detectó a un chófer de “surubí” con una licencia de conducir categoría “C”, pero era falsificada.

Entonces se inició una investigación por el delito de falsedad material y el objetivo era descubrir a los autores.

OPERATIVO

Ayer, por la tarde, se tuvo conocimiento que una persona se contactó con un sujeto que le ofreció una licencia de conducir (falsificada). Ambos acordaron encontrarse en las calles Pagador y Bolívar. 

El fiscal Aldo Morales verifica las licencias “chutas”

Así ocurrió, tanto el comprador y vendedor se encontraron y el solicitante entregó 200 bolivianos como garantía por el trabajo.

El sujeto se dirigió a un estudio fotográfico ubicado en las calles Adolfo Mier entre Pagador y Potosí. Después de media hora salió del lugar y entregó la licencia de conducir.

Policías de la Felcc realizaron un trabajo de seguimiento y cuando se iba a realizar la transacción intervinieron y arrestaron al vendedor de la licencia.

Importante la labor de los policías de la Felcc, encabezados por el mayor Fernando Villarroel

Posteriormente, se dirigieron hasta el estudio fotográfico, donde en flagrancia encontraron licencias de conducir falsificadas, firmas, papel y otros objetos que sirven para cometer este ilícito.

APREHENDIDOS

Tres personas: El propietario, operario y la secretaria fueron arrestados preventivamente y conducidos a dependencias de la Felcc. Estas personas en todo momento negaron realizar estas falsificaciones y que solamente sacaban fotografías.

Se presume que se vendieron muchas más licencias falsificadas

Se colectaron varias pruebas que demuestran el trabajo ilegal que se realizaba en ese estudio. Las computadoras fueron precintadas para verificar su contenido y de igual forma la puerta de ingreso al local, para que nadie ingrese.