30 años de cárcel en el caso Natalia - El Policial Bolivia
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30 años de cárcel en el caso Natalia

Fernando Palacios oye de pie la sentencia del Tribunal.

Un Tribunal de Sentencia de la Capital declaró anoche a Fernando Palacios, autor del asesinato de la joven Natalia Muñoz Muruchi, ocurrido en marzo de 2009, y lo condenó a 30 años de cárcel, a cumplirse en la penitenciaría San Roque de Sucre. La decisión provocó llanto entre los familiares de Natalia, sobre todo en la madre, Roxana Muruchi, y un silencio de impotencia en el ex enamorado de la muchacha, que escuchó la sentencia de pie.

Mientras fuera del juzgado, familiares y amigos del acusado que fueron impedidos de ingresar al salón de debates debido a un incidente, luego de conocer la sentencia condenatoria, se consternaron hasta llegar a las lágrimas mientras una de las hermanas repetía: “Tú sabes Señor, es tu hijo y no es asesino”. Fernando lleva tres años con detención preventiva en la cárcel.

El Tribunal de Sentencia integrado por los jueces técnicos Carlos Monzón y Héctor Andia y tres jueces ciudadanos, después de más de cuatro horas de debate, por unanimidad, declararon culpable a Palacios porque, en su criterio, hay elementos suficientes para generar convicción de que él es el autor del asesinato, aunque la explicación se la dará en la lectura íntegra de la sentencia el lunes.

“Me condenan con prueba indirecta, por Dios, si se va manejar así la justicia, no es posible, voy a apelar, esperaba una respuesta diferente por la prueba presentada. No hay elementos, todo son supuestos, dice que recogí un auto, que la maté, ¿hay huellas?, ¿hay prueba de ADN?, pedí que se haga, pero no lo hicieron”, dijo Palacios luego de conocer su sentencia condenatoria.

Su abogado, Efraín Arancibia, acotó que no hubo una valoración correcta de la prueba por parte del Tribunal, por eso anunció que en la apelación se observará esta situación y serán los vocales quienes den su criterio.

“El asesinato es cuando una persona mata a otra, pero en este caso no existió ese nexo directo, nunca existió porque todos los testigos refirieron que Natalia hasta medianoche (del 7 de marzo de 2009) ha estado junto con ellos, luego se retiró del lugar y no se supo más de ella hasta que apareció muerta siete días después”, afirmó Arancibia.

Agregó que la acusación se basó en la declaración de una testigo quien dijo que habían oído por el altavoz del celular que Fernando llamaba a Natalia, pero sólo era una suposición, remarcó.


SENTENCIA TRES AÑOS DESPUÉS

La trágica muerte de Natalia se conoció el sábado 14 de marzo de 2009, cuando fue encontrada cerca de un puente en la quebrada de Quirpinchaca; desapareció una semana antes, la madrugada del 7 de marzo, y desde entonces, la investigación transcurrió en medio de interrogantes que fueron esclarecidas en algunos casos, mientras que en otros quedaron en la nebulosa.

Después de más de tres años, en un segundo proceso, terminó el juicio; durante este tiempo, el Ministerio Público y los padres de la víctima aportaron como prueba lo que sabían, lo propio hizo el acusado Fernando Palacios en su defensa; cada audiencia era una historia con versiones coincidentes y también contradictorias; finalmente, todo quedó en manos de los cinco miembros del Tribunal de Sentencia que ayer dieron su veredicto.

La defensa y muchos abogados que siguieron este caso observaron que la investigación no estaba completa y que había dejado varios cabos sueltos.

LA ÚLTIMA PALABRA

Ayer, al final del juicio, desde las 15:10, las víctimas y el acusado dieron su última palabra ante el Tribunal, que después ingresó a deliberar para emitir su sentencia.

El padre de Natalia, Juan Carlos Muñoz, en su última palabra, se refirió a los tres años del proceso, en los que su familia y sobre todo él, habían sido afectados por declaraciones calumniosas del imputado, según dijo.

Relató que el “drama” comenzó hace cinco años, desde que su hija conoció a Fernando; luego de dificultades que incluso llegaron a la Fiscalía, los padres admitieron la relación por exigencia de Natalia hasta que ella ingresó a la Universidad y comenzó a alejarse de Fernando y del elenco de baile. Pero seguían viéndose como amigos, según relató después, Fernando.

Juan Carlos Muñoz, en su última palabra, señaló que al día siguiente de la desaparición de Natalia, el 8 de marzo de 2009, Fernando, ante la increpación de las amigas de la víctima, respondió que él no era el único Fernando. “Demuéstrenme que fui yo”, habría dicho.

Muñoz dijo que los testigos de Palacios cayeron en contradicciones y una de ellas fue que la actitud de Fernando recayó en declararse inocente, pero nunca quiso colaborar con la investigación.

“Pido justicia por mi hija, (el acusado) no explicó el alquiler del vehículo, el chip del teléfono celular y toda la defensa se basó en mentiras”, manifestó Muñoz.

La madre, Roxana Muruchi, entre lágrimas, imploró justicia por la muerte de su hija.

PALABRA DEL ACUSADO

Fernando Palacios calificó de “brutal” la acusación en su contra y pidió al Tribunal revisar el detalle de llamadas porque aseguró que los testigos ingresaron en contradicciones respecto a las horas que estuvieron con Natalia, al lugar y a la existencia de un supuesto árbol frente a la discoteca Menphis.

Observó la labor de la Fiscalía que dejó muchos aspectos fuera de la investigación como las llaves que tenía Natalia cuando fue encontrada muerta, y la inexistencia de un estudio de huellas dactilares para ver a quién correspondían.

Se refirió a la data de la muerte, que según el primer estudio forense revelaba de hace siete días, pero después otra forense del IDIF (Peducassé) contradijo al primer análisis y estableció que Natalia había fallecido dos días antes de ser encontrada.

Asimismo, dijo que la acusación sostiene que el supuesto asesinato fue planificado, pero no demostró cómo se planificó.

“Dicen que alquilé un auto para recogerla, pero vino a declarar sólo un testigo. Dónde está ese auto, debían haberlo secuestrado, dicen que hicieron un estudio pero no encontraron ninguna evidencia de que la habría trasladado (en ese vehículo) para acabar con su vida”, dijo Palacios.

“Dicen que la maté, pero no hay ningún estudio sobre las huellas y nadie me vio. Piden una sentencia condenatoria con prueba indirecta y en base a suposiciones”, agregó.

Al final de su intervención, que duró más de una hora, derramó lágrimas y añadió que es humilde y que trabajó incluso de albañil, pero salió bachiller en la cárcel. Confesó que no fuma, “no tomo ni me drogo y no tengo antecedentes penales”.

Demandó del Tribunal ecuanimidad y objetividad en su veredicto y añadió que el padre de Natalia sabía que no era él quien la había matado. “Si encuentran algo, senténcienme, con pruebas. La decisión que tomen va a cambiar mi vida y la de mi familia”, concluyó su declaración final.

Con esto, el Juez declaró el cierre de las intervenciones de las partes y pasó a deliberar. Casi de inmediato, surgieron incidentes entre un grupo de jóvenes que gritaba “Fernando es inocente”, lo que molestó a los familiares que respondieron culpándolo de “asesino”; así, se desató un amague de pelea; la Policía intervino y retiró al público del salón de debates.

3 comentarios:

  1. QUE CLASE DE JUSTICIA TENEMOS EN ESTA CIUDAD CON JUECES QUE DE MANERA INJUSTA CONDENAN A ALGUIEN SIN PRUEBAS CONTUNDENTES COMO HUELLAS O ADN Y SOLO CON DICHOS NO CON HECHOS !!!!!QUE VERGÜENZA!!!!

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  2. Fernando es inocente, quien es culpable y no solamente del asesinato es su padre juan carlos muñoz, espero que todo se aclare, los allegados sabemos como sucedio esto.....

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