Infierno en La Pampa
Incendio del mercado La Pampa, donde varias decenas de casetas fueron consumidas por el fuegoUn incendio de gran magnitud destruyó y consumió anoche decenas de casetas comerciales ubicadas en el mercado La Pampa, entre las calles Pulacayo y República, y causó millonarias pérdidas en mercaderías.
El fuego se inició al promediar las 22:00 y, de acuerdo a las primeras hipótesis, se expandió por la fuerza del viento.
Aproximadamente cinco pabellones de decenas de casetas con muebles de madera han sido consumidos por las llamas que también afectaron las casetas de venta de zapatos, colchones, comestibles y animales.
Empresa de Luz y Fuerza Eléctrica de Cochabamba (Elfec) cortó el suministro de luz eléctrica y la policía inició el control de los saqueos. Paralelamente, Galván Daza, jefe de bomberos, dirigía el trabajo de las cinco cisternas que se hallaban en el lugar.
Daza dijo que el problema mayor era que debían abrir las casetas cerradas que ardían en llamas por dentro y que se constituían en un peligro mayor, además de que toda la guarnición intentaba evitar los saqueos de la gente que pretendía robar.
“Ni un palo hemos podido rescatar. Estaba lleno de mercadería. Tanto he rogado a los dirigentes. La gente amontona basura y ahí para quemar la basura meten su carbón”, así contó entre lágrimas la señora Cirila Mamani, propietaria de una caseta de muebles, algunos de madera roble y pino.
La señora Cirila relató también que en oportunidades pasadas se logró apaciguar dos veces un posible incendio, por la intervención oportuna de los mismos comerciantes que permanecían cuidando su negocio hasta altas horas de la noche. La comerciante perdió toda su mercancía porque demoró en llegar al lugar del hecho. Otras personas lograron darse modos para recuperar algunos muebles.
“Yo estaba tomando unas cervecitas en la otra esquina y mire usted, hasta eso no hay negocio papá”, decía con su voz quebrada don Roberto, propietario de dos casetas de muebles. Para don Roberto el incendio fue provocado por la “maldad” de alguna persona, o “quizá por robar nos han hecho esta maldad”.
Para Daza el origen del incendio puede dar lugar a muchas especulaciones. Lo cierto es que existen dos hipótesis, una que se trataría de un corto circuito y la otra que se trata de un descuido provocado por la quema o el encendido de alguna q’oa. De manera preliminar no se puede hacer un balance de daños, pero las pérdidas materiales son altas, según el jefe de bomberos.
Todo el personal de Bomberos de Cochabamba, el Servicio de Aeropuertos de Bolivia (Sabsa), Assana, personal de la Alcaldía y gente particular trabajaron durante varias horas para controlar el incendio que amenazaba con expandirse hacia otras áreas.
Los comerciantes desesperados intentaban rescatar algo de su mercancía, pero la voracidad de las llamas frenaba todo intento y las lágrimas y los gritos de desesperación dominaban el ambiente.
Al inicio del incidente, delincuentes se dieron a la tarea de saquear todo lo que encontraban a su paso; de acuerdo a testigos, algunas personas se llevaron colchones, veladores y enseres domésticos.
El fuego se inició al promediar las 22:00 y, de acuerdo a las primeras hipótesis, se expandió por la fuerza del viento.
Aproximadamente cinco pabellones de decenas de casetas con muebles de madera han sido consumidos por las llamas que también afectaron las casetas de venta de zapatos, colchones, comestibles y animales.
Empresa de Luz y Fuerza Eléctrica de Cochabamba (Elfec) cortó el suministro de luz eléctrica y la policía inició el control de los saqueos. Paralelamente, Galván Daza, jefe de bomberos, dirigía el trabajo de las cinco cisternas que se hallaban en el lugar.
Daza dijo que el problema mayor era que debían abrir las casetas cerradas que ardían en llamas por dentro y que se constituían en un peligro mayor, además de que toda la guarnición intentaba evitar los saqueos de la gente que pretendía robar.
“Ni un palo hemos podido rescatar. Estaba lleno de mercadería. Tanto he rogado a los dirigentes. La gente amontona basura y ahí para quemar la basura meten su carbón”, así contó entre lágrimas la señora Cirila Mamani, propietaria de una caseta de muebles, algunos de madera roble y pino.
La señora Cirila relató también que en oportunidades pasadas se logró apaciguar dos veces un posible incendio, por la intervención oportuna de los mismos comerciantes que permanecían cuidando su negocio hasta altas horas de la noche. La comerciante perdió toda su mercancía porque demoró en llegar al lugar del hecho. Otras personas lograron darse modos para recuperar algunos muebles.
“Yo estaba tomando unas cervecitas en la otra esquina y mire usted, hasta eso no hay negocio papá”, decía con su voz quebrada don Roberto, propietario de dos casetas de muebles. Para don Roberto el incendio fue provocado por la “maldad” de alguna persona, o “quizá por robar nos han hecho esta maldad”.
Para Daza el origen del incendio puede dar lugar a muchas especulaciones. Lo cierto es que existen dos hipótesis, una que se trataría de un corto circuito y la otra que se trata de un descuido provocado por la quema o el encendido de alguna q’oa. De manera preliminar no se puede hacer un balance de daños, pero las pérdidas materiales son altas, según el jefe de bomberos.
Todo el personal de Bomberos de Cochabamba, el Servicio de Aeropuertos de Bolivia (Sabsa), Assana, personal de la Alcaldía y gente particular trabajaron durante varias horas para controlar el incendio que amenazaba con expandirse hacia otras áreas.
Los comerciantes desesperados intentaban rescatar algo de su mercancía, pero la voracidad de las llamas frenaba todo intento y las lágrimas y los gritos de desesperación dominaban el ambiente.
Al inicio del incidente, delincuentes se dieron a la tarea de saquear todo lo que encontraban a su paso; de acuerdo a testigos, algunas personas se llevaron colchones, veladores y enseres domésticos.
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